CONTROL DE PLAGAS DE AVES

Como plagas que pueden llegar a afectar a la salud pública, las aves pueden ser reservorios de organismos patógenos que pueden afectar a la gente y animales domésticos. Sin embargo las enfermedades directamente atribuibles a estas aves son muy raras. Además, la incidencia actual de enfermedades transmitidas por las aves es difícil de calcular, pero como en los roedores, cuando las aves habitan áreas y edificios conviviendo cercanamente con la gente, el potencial de transmisión de enfermedades es muy real.

Las aves que en principio pueden considerarse plaga son palomas, gorriones, estorninos y gaviotas.

El control de aves es un tema complejo y especializado. Las aves son móviles adaptables y persistentes y, por lo tanto, difíciles de controlar. Si no se emplean los medios adecuados para cada situación se puede fracasar.

Es necesario planificar los trabajos muy bien, con suficiente tiempo de antelación para poder saber qué tipo de equipos se necesitan y poder obtenerlos, así poder presupuestar el trabajo entero y obtener un buen resultado, ya que si se falla en un tratamiento contra aves el volver a instalar andamios, escaladores o grúas puede llegar a ser muy costoso.

Una buena inspección previa y una cuidadosa planificación son esenciales para poder garantizar el éxito de cualquier operación de control de aves.

Existen leyes en las que consta la existencia de algunas especies de aves protegidas, con lo que es necesario conocer la legislación para que cualquier medida que se tome en una operación de control de aves se ajuste a esta.

Algunas de las leyes que hay que tener en cuenta:

– LEY 4/89 DE 27 DE MARZO, DE CONSERVACIÓN DE LOS ESPACIOS NATURALES Y LA FLORA Y FAUNA SILVESTRES (BOE núm. 74, de 28 de marzo de 1989)
– REAL DECRETO 439/1990, DE 30 DE MARZO, POR EL QUE SE REGULA EL CATÁLOGO NACIONAL DE ESPECIES AMENAZADAS (BOE núm. 82, de 5 de abril de 1990)
– Legislación autonómica
– Legislación local

Ningún sistema de control de aves es 100% eficaz en todas las situaciones. En la mayoría de los casos se necesita una combinación de sistemas, incluso a veces posible tener que eliminar algunos individuos.

Es el elemento más costoso de los presupuestos del control de aves. Si el trabajo no se hace bien a la primera, el costo de los equipos de acceso para rectificar errores puede comerse todo el beneficio de la operación.

Existen muchos tipos de equipos de acceso, desde una simple escalera pasando por andamios fijos, andamios móviles, plataformas móviles, empresas de trabajos verticales, etc. Sería interesante aprovechar aquellos edificios que están restaurando las fachadas para aprovechar el andamiaje. Lo que más atractivo puede parecer, económicamente hablando, son los escaladores, que con menor infraestructura pueden ofrecer muy buen servicio.

Histoplasmosis
Es una enfermedad respiratoria de los humanos ocasionada por la inhalación de esporas del hongo Histoplasma capsulatum. Las aves no diseminan la enfermedad directamente (las esporas son diseminadas por el viento y la enfermedad es contraída por la inhalación de ellas) pero las excretas de las aves enriquecen el suelo y promueven el crecimiento de los hongos. La infección por unas o algunas esporas generalmente producen un caso moderado en humanos. La infección por unas o algunas esporas generalmente producen un caso moderado en humanos.
Las infecciones más graves generalmente resultan de una inhalación masiva de esporas que puede involucrar la dispersión a través del torrente sanguíneo. Estos casos pueden llegar a ser crónicos, repitiéndose posteriormente.
Hay otras posibles fuentes de infección de histoplasmosis:
– Explotaciones avícolas
– Fertilizantes naturales (enriquecidos con el excremento de aves)
– Lugares cerrados donde las aves o murciélagos han dormido y anidado.
Los hongos crecen bien en las eyecciones de las aves, sin embargo no pueden formar esporas en las condiciones de acidez de las eyecciones frescas. Un sitio de perchado activo, puede producir algunas esporas, sin embargo, los sitios de perchado viejos o abandonados presentan un caso diferente, ya que después de que las excretas se han secado se dan las condiciones adecuadas para el desarrollo y liberación de las esporas. Si el suelo es removido formando polvo, por ejemplo, cuando se limpian, gran cantidad de esporas pueden ser liberadas al aire. Por esto, cuando se trabaja en un lugar de perchado viejo se han de tomar las precauciones pertinentes como la utilización de mascarilla para evitar la inhalación de esporas, además conviene trabajar cuando el clima esté húmedo, pudiendo ser descontaminado previamente a la realización de trabajo mediante el tratamiento con una solución de formaldehído diluido.

Ornitosis
Es una enfermedad muy similar a la neumonía viral en cuanto a los síntomas y porque es causada por un organismo viral.
Las aves pueden adaptarse a esta enfermedad y no mostrar síntomas, pero pueden actuar como portadores sanos liberando al organismo patógeno en sus heces fecales, para posteriormente diseminarse por medio del aire.

Salmonelosis
Causada por la bacteria Salmonella spp., la cual es una contaminante común de los alimentos.
Todas las aves en general habitan en áreas con un alto potencial de presencia de Salmonella, como en establos, graneros, campos fertilizados, etc. Así, el organismo patógeno puede ser transmitido a la gente por el consumo de alimentos contaminados con heces de aves infectadas o por el transporte de la bacteria Salmonella en las patas. De este modo la bacteria es transmitida cuando las aves caminan entre las áreas donde la gente coloca sus alimentos (mesas de restaurantes al aire libre, bancos de parques, etc.).

Gastroenteritis transmisible y cólera porcino
Se ha demostrado que los estorninos son vectores del microorganismo causante de esta enfermedad en los cerdos.

Criptococosis
Causada por un hongo que puede provocar casos crónicos de meningitis, la cual puede ser fatal en casos severos.
La criptococosis puede ser transmitida por palomas y estorninos.

Ectoparásitos que portan las aves
La Chinche del nido de la paloma (Cimex columbarius), Garrapata de la paloma (Argas relexus), Mosca de la paloma (Pseudolynchia canariensis), Pulga de la gallina (Ceratophyllus ciata), Pulga (Ceratophyllus columbae), Chinche de la nariz cónica (Triatoma tubrofasciata), Acaro rojo de la gallina (Dermanissus gallinae), etc.

Las aves son un riesgo para la salud pública por varias razones:
– Dañan y contaminan alimentos con sus excrementos y plumas.
– Tienen efectos sobre la salud, ya que llevan asociados más de 60 enfermedades (aunque no se consideran vectores), como son Salmonelosis, Ornitosis, Criptococosis, Hialoplasmosis y Alveolitis alérgica.
– Pueden actuar (tanto ellas como sus excrementos) de reservorios de microorganismos patógenos que afecten a las personas y animales domésticos.
– Son portadores de ectoparásitos como garrapatas, pulgas, piojos, etc.
– Sus heces son muy resbaladizas en el pavimento, sobre todo cuando llueve, siendo causa de accidentes.
Y además causan otros problemas como:
– Crean suciedad con sus excrementos, además de contener sustancias ácidas que resultan muy agresivas para los materiales de construcción como la piedra y provocan corrosión en las superficies de metal.
– Las gaviotas pueden traer problemas especiales causando ruidos molestos, produciendo gran cantidad de basuras y excrementos, daños a edificaciones, e incluso ataques a personas y animales de compañía provocando estos efectos adversos contra el turismo.

Para determinar el tipo de presión que ejercen las aves hay que hacer una delicada prospección y plantearse una serie de preguntas como:
– ¿Por qué utilizan ese lugar para posarse?
– ¿Anidan las aves en el lugar?
– ¿Pernoctan ahí?
– ¿Es un lugar desde el cual divisan su comida o se posan ocasionalmente?

Por tanto, PRESIÓN se define por el número de aves que acuden al lugar en cuestión y por lo que hacen estas allí, pudiéndose diferenciar tres tipos de presión:

– Presión baja: Son aquellas áreas donde las aves van ocasionalmente. Suelen estar bastante expuestas, tales como barandillas o parapetos (parte superior de un balcón o balaustre). Estas áreas pueden tratarse con casi cualquier tipo de productos.

– Presión media: Son aquellas áreas que las aves usan regularmente para posarse. Suelen estar cerca de donde se alimentan. Son utilizadas normalmente durante el día. Las aves intentarán volver a estas áreas y sobreponerse a los sistemas de prevención, por lo que éstos deben ser ya bastante robustos. Si las aves no pueden volver a estos lugares, lo harán a los más cercanos. En estas áreas es conveniente emplear sistemas de redes, de púas o con mucho cuidado los alambres. Si se emplea el sistema de alambres sería conveniente reducir la población mediante aturdimiento.

– Presión alta: Son aquellas áreas empleadas por las aves para pasar la noche y anidar. Las aves presentarán una gran persistencia en querer volver a ellas a pesar de que se coloquen sistemas de exclusión haciendo inútiles muchos sistemas de protección. En estos casos el único sistema son las redes, aunque el sistema de pinchos también puede funcionar, aunque se mejoraría con un atrapamiento de la población. Si está permitido, se podría eliminar algunas aves con rifle, en caso de que no se pueda atrapar. Estas áreas suelen ser lugares muy resguardados y presentan un gran cúmulo de excrementos. Aquí se localizan los lugares de anidamiento, siendo en el caso de las palomas puede ser cualquier sitio, sin apenas resguardo material.

Dependiendo del tipo de presión que ejerzan las aves se tomarán unas u otras medidas, pudiendo estar un mismo edificio sometido a distintos tipos de presión.

Alguno de estos métodos de control de aves pueden ser:

Cebos con narcóticos
Son sustancias químicas mezcladas con la comida. Estas sustancias químicas tienen como materia activa seconal y alfacloralosa. Con esta sustancia se consigue adormecer al ave y así poder retirarlo. No obstante, presenta un gran número de inconvenientes:
– Lo puede tomar cualquier otro animal.
– Es difícil calcular la dosis, ya que deben comer una cantidad suficiente para adormecerlos.
En definitiva, es un método complicado.

Trampeo de aves
Se trata de una medida eventual que se emplea frecuentemente con palomas. Es un método de control meramente figurativo, ya que mientras que no se quiten las fuentes de alimento o no se obstaculice el acceso, las aves seguirán acudiendo a estos lugares.
Este método es muy útil como complemento a sistemas de prevención, tales como pinchos o alambres, ya que las palomas son animales muy persistentes e intentarán acudir a los lugares que han sido tratadas por lo que podrán quedar atrapadas en las jaulas.
Estas jaulas deben colocarse en lugares tranquilos y es fundamental que personas “con buenas intenciones” no liberen las aves.
Es necesario colocar comida dentro (precebo), y se deja con las puertas abiertas para que la paloma coja familiaridad de 5 a 10 días. Pasado este tiempo se bajan las puertas especiales, que dejan pasar pero no salir. Se dejan las palomas atrapadas durante varios días para que sirvan de reclamo a otras, siendo muy importante el suministro constante de comida para que las aves no se estresen. Debido a este constante mantenimiento la mano de obra es muy cara. Es un método muy empleado en ayuntamientos.
Las jaulas se pueden ampliar para palomas y gorriones.

Abatimiento de aves
En algunos casos, es imprescindible su utilización y para ello hacen falta permisos. Se emplean armas de aire comprimido, sobre todo a algún ave muy persistente que puede poner en peligro todo un sistema de protección.

Eliminación de nidos y huevos de aves
Se pueden quitar nidos y huevos para impedir la cría. Al quitar los huevos las aves normalmente ponen más, porque en vez de eliminarlos lo que se hace es pincharlos, ponerles aceite (evitando la difusión de O2 al interior del huevo) para que no eclosionen, etc. Este es un sistema muy laborioso y poco factible.
Los problemas que presentan los métodos de control son:
– Disposiciones legales.
– Reacción del público.
– Efecto de “vacío”

Las redes impiden el paso de las aves al interior de la zona protegida y su posamiento sobre la misma, pudiéndose emplear este sistema para proteger los edificios de casi todas las especies que crean problemas, siendo en el caso de los gorriones y estorninos el único método útil, al igual que en situaciones de presión alta contra palomas y gaviotas.

Existen tres modelos, diferentes en el tamaño de la malla, cuya elección depende del tipo de ave contra que se necesita proteger el inmueble:
– Palomas: 50 mm.
– Estorninos: 29 mm.
– Gorriones: 19 mm.

Cada hilo de la red está confeccionado con 7 fibras de polietileno y prolipropileno con un grosor de trenzado inferior a 10 denier (cuanto mayor es este número más grueso es el trenzado). Cada fibra individual presenta una tensión de rotura superior a 20 kilogramos y está preparada químicamente para dar una gran resistencia a los rayos ultravioletas. En el proceso de fabricación la red se predilata hasta estabilizarla aplicándole una tensión de 9 toneladas e inyectándole vapor a 100º C, garantizando de esta forma la imposibilidad de alabeo o dilatación bajo un periodo mínimo de 10 años. Además resiste las altas temperaturas (hasta 120ºC sin reblandecerse y hasta 130ºC sin derretirse).

Las mallas se presentan en bobinas de 10 m2, en los colores negro, piedra y traslúcido. La malla negra es la más utilizada porque las demás se acaban ensuciando. A fábrica se pueden pedir de distintas dimensiones aunque hay que pedirlo con un mínimo de 20 días de adelanto.

Se componen de una miríada, que es un grupo de púas de acero inoxidable templado que se proyectan hacia fuera en todos los ángulos. Las púas están sujetas a una base sólida que puede ser instalada en los marcos de las ventanas, repisas, aleros, etc. o cualquier otro sitio propenso para el perchado de las aves. Estos alambres puntiagudos infringen molestias en las aves, evitando que aterricen sobre estas superficies. Las cornisas otros nichos deben ser cubiertos completamente para lograr una efectividad total. Las superficies anchas pueden requerir de dos o más filas o hileras de púas paralelas.
Las alambradas con púas pueden ser muy efectivas, pero se deben seguir con cuidado las instrucciones de instalación que proporciona el fabricante. Si se deja demasiado espacio disponible entre el edificio y las alambradas o entre las hileras de púas, las aves pueden tomar ventaja de esto y construir sus nidos entre las alambradas, creando nuevamente el problema. También las alambradas deben ser inspeccionadas y limpiadas periódicamente para eliminar basuras como ramitas, hojarasca etc., ya que esta basura puede proteger a los gorriones del efecto puntiagudo de las proyecciones y continuar utilizando esta área del edificio.

Estos sistemas son útiles en situaciones de presión media y alta. Sin embargo este sistema no es recomendable para presión alta. Si están las aves durmiendo, no anidando puede llegar a ser válida, pero no en todos los casos.
Son unos pinchos de acero en base de plástico especial resistente a exteriores. La base se puede fijar con tornillos, pero lo más utilizado es una silicona especial. Es esencial que el substrato esté limpio y seco para que se pegue bien.
Dependiendo del tipo de ave se pueden clasificar distintos tipos de pinchos.

Cada hilo de la red está confeccionado con 7 fibras de polietileno y polipropileno con un grosor de trenzado inferior a 10 denier (cuanto mayor es este número más grueso es el trenzado). Cada fibra individual presenta una tensión de rotura superior a 20 kilogramos y está preparada químicamente para dar una gran resistencia a los rayos ultravioletas. En el proceso de fabricación la red se predilata hasta estabilizarla aplicándole una tensión de 9 toneladas e inyectándole vapor a 100º C, garantizando de esta forma la imposibilidad de alabeo o dilatación bajo un periodo mínimo de 10 años. Además, resiste las altas temperaturas (hasta 120ª C sin reblandecerse y hasta 130º C sin derretirse).

Las mallas se presentan en bobinas de 10 m2, en los colores negro, piedra y traslúcido. La malla negra es la más utilizada porque las demás se acaban ensuciando. A fábrica se pueden pedir de distintas dimensiones aunque hay que pedirlo con un mínimo de 20 días de adelanto.

Modo de colocación
Los sistemas de pinchos son muy sencillos de colocar, lo difícil es hacerlo bien. La primera hilera de pinchos debe ir en línea con la cornisa (por ejemplo), de tal modo que es pincho más externo sobresalga de esta.
El espacio máximo que puede haber entre pinchos es de 6 cm, ya que es el hueco mínimo para que una paloma pueda posarse.
En las barandillas se protege la parte que da a la zona donde ve comida.

Hay pinchos especiales para gaviotas, que son de gran tamaño.
Hay pinchos de un solo pincho que solo cubren una superficie de 4 a 5 cm.
La gran desventaja es su coste que es elevado.

Es un sistema muy útil para palomas y gaviotas en situaciones de presión baja, y empleados con mucho cuidado también pueden servir en situaciones de presión media, especialmente si se acompaña con una reducción de la población mediante atrapamiento. Este es un sistema barato que puede emplearse casi en cualquier sitio.

Modo de colocación
Se colocan los postes cada 1.5m, introduciéndolos en un taco de nylon. Hay superficies que no pueden ser taladradas, por lo que se pegan con silicona las bases de postes de plásticos especiales. En caso de utilizar la silicona hay que esperar a que seque durante 24 horas, manteniendo a las aves alejadas todo este tiempo.
La primera hilera de la estructura debe ir más baja con el fin de que las aves no se introduzcan por la parte inferior, o bien, utilizar postes que tengan orificios a distintas alturas.
Del mismo modo la primera línea de alambre debe ir oblicua.
Entre cada línea de alambre debe haber un hueco máximo de 5 cm.
Al ponerse las hileras paralelas, los muelles deben alternarse con el fin de evitar que las palomas no se posen en estos.
Los cables pueden ir en algunas situaciones sujetos a la pared, sin utilizar postes.
Hay postes que tienen más de un orificio a distintas alturas. Estos se pueden colocar en forma de “tendedero”, protegiendo la parte superior del poste con un alambre con el fin de que no se pose el ave. Este alambre también se emplea en aquellos lugares donde debes emplearse tiras largas para que actúe de tirante para evitar que se doblen estos postes.
Los postes se presentan también con abrazaderas de distinto diámetro para aplicarlo a tuberías, canalones, etc.
Este sistema no es eficaz contra estorninos.

Los repelentes han sido utilizados por varios años para ahuyentar a las aves de edificios vacíos y arboles donde perchan o anida. Los repelentes generalmente están diseñados para afectar uno o más sentidos de las aves para provocar alarma y el abandono del área o hacer que sus actividades de descanso y perchado, se hagan inconfortables. Existen cuatro tipos diferentes de repelentes para aves:
1. Táctil
2. Sonoro
3. Olfativo
4. Visuales

Para la mayoría de los problemas con aves en áreas urbanas e industriales, los repelentes táctiles son los disponibles para el profesional. Existen dos tipos de repelentes táctiles: mecánicos y químicos

Repelente táctil

– Mecánicos
Hasta ahora hemos visto varios repelentes mecánicos (púas, alambre y redes), pero hay otros menos importantes
– Tippler
Se utiliza para gaviotas. Es un sistema que cede por el cual el ave no puede posarse cómoda.
– Alambres “fuente”
Son alambres que se mueven con el aire en forma de fuente. Es un buen método para situaciones industriales, como depósitos circulares, etc.
– Espiral
Es un sistema para palomas en situaciones de baja presión. El muelle se pega al substrato con silicona o con pasadores. Es un sistema muy económico y de fácil colocación.

Químico

– Geles
Son el tipo de repelente más utilizado en la industria del control de plagas y están disponibles en geles, pastas, asperjables y en envases de aerosol para trabajos pequeños Los repelentes químicos varían considerablemente algunos son espesos y pegajosos, otros son gelatinosos, y algunos son lo suficientemente viscosos como para ser asperjados.
Generalmente estos repelentes contienen polietileno o el polibutioleno. Estas sustancias no son tóxicas para las aves, más bien producen sensación de calor en las patas de las aves cuando se posan sobre ellas, lo cual provoca que se muevan de percha y se posen en cualquier otra parte.

Para mejores resultados, todas las superficies deberán ser limpiadas de todos los desperdicios, suciedad y excrementos de las aves, antes de la aplicación de cualquier repelente. Superficies no porosas, como el metal, no requieren actividades adicionales, pero las superficies porosas, como la madera ladrillo y piedra deberán ser sellados completamente con un sellador, así el líquido del pegamento no penetrarán en el interior de dichos materiales. Se puede colocar cintas impermeables sobre la superficie donde se vaya a colocar el repelente para aves, pero si el sellado de la superficie es inapropiado la sustancia se secará reduciendo la residualidad del producto.

La efectividad de los repelentes químicos se pierde con el tiempo, si embargo el polvo, suciedad, humedad, frío o calor extremos hacen disminuir la vida de estos productos.

Inconvenientes que se deben considerar:

1. En sitios frecuentados por la gente dan un aspecto antiestético
2. Pueden ser molestos para el personal de limpieza
3. Las palomas pueden tirar ramitas y otros materiales sobre el repelente, con lo que le inutilizan
4. Solo son útiles para trabajos pequeños.

Repelente visual

Incluyen el uso de luces, falsos búhos, serpientes, espantapájaros, globos y otros aparatos. Algunos visuales tienen un uso agrícola limitado a cultivos pero en general no son muy efectivos sobre todos en ambientes urbanos e industriales. En estas situaciones tiene un efecto durante un periodo de tiempo muy corto, ya que se llegan a acostumbrar llegando a ignorarlo.

Repelente sónico

Incluyen ruidos estridentes, repentinos e inusuales (explosiones, alarmas, bocinas, grabaciones, etc.) Tiene poco efecto que se adaptan bien a los ruidos las aves, además estos ruidos en ambientes urbanos pueden ser más molestos para la gente.