Cuando hablamos de control de plagas y específicamente de control con aves de presa, aunque para algunos parezca que se comete un daño simplemente se está haciendo uso del esquema natural, es decir: animales depredadores y animales depredados. Lo cual ocurre en todas las especies. Es la ley de la evolución.
Ahora bien, puede que se piense que no todos se encuentran en la necesidad de acudir a esta práctica pero los expertos en control de plagas de aves en Madrid, dado el grado de vulnerabilidad en el que se encuentra actualmente la capital, aconsejan que se acuda a la prevención, ayudándose de barreras físicas o modificando el hábitat, en algunos casos, así como también valiéndose del sonido, no obstante existe el control biológico de plagas, que, en diversas partes del mundo ya se viene desarrollando de manera eficaz.
EL ORÍGEN DEL CONTROL DE AVES MEDIANTE RAPACES
A esta práctica p
roveniente de Asia y que llegó a Europa occidental con las invasiones godas y que era el entretenimiento de los reyes, se le conoce como Cetrería: el arte de entrenar a halcones y otras aves rapaces a fin de
ahuyentar palomas y aves con posibilidades de convertirse en una plaga y por tanto en una larga cadena, con alas que por sus características propias se hayan lejos de nuestro alcance.
CÓMO SE DESARROLLA ESTE MÉTODO PARA AHUYENTAR AVES
Para ello es importante saber qué
el águila de Harris, el Halcón aplomado o el gavilán, se encuentran entre las rapaces que mayor resultado nos otorgarán. Por eso, según sea el caso, las
empresas de control de aves en Madrid, saben cómo dar una solución eficaz y rápida con sus servicios para ahuyentar aves mediante rapaces cuando un espacio se ve invadido por algún animal que además de multiplicarse con rapidez se está volviendo una verdadera amenaza.
Esto, llevado a la práctica consiste en simular vuelos de halcones, azores o águilas en determinadas zonas de la ciudad. Es, en suma un método ecológico que no atenta contra el medio ambiente ni contra el ecosistema de la zona afectada.
Previamente se elabora un estudio de la zona, se verifica que no haya un superdepredador para salvaguardar al ave rapaz entrenada para su trabajo y, por supuesto, generar cierta sensibilidad en la gente para que no molesten o dañen al ave rapaz que tiene como misión erradicar las plagas de aves. En pocas palabras para que el ave rapaz pueda desempeñar sus funciones tranquila. Y al mismo tiempo para que nosotros recuperemos la tranquilidad.