¿Adónde van las avispas en invierno? Esta es, probablemente, una de esas curiosidades en las que reparamos cuando debemos lidiar con una plaga de este tipo.
Sin embargo, fieles a nuestro lema, seguimos creyendo que lo más básico y elemental para enfrentar cualquier tipo plaga que afecte tu hogar, es conocer a qué clase de especie te estás enfrentando.
Por ello, hoy queremos hablarte del control de plagas de avispas en Madrid, teniendo en cuenta el comportamiento de las avispas en invierno y algunas otras curiosidades que seguro no conocías de estos insectos.
Avispas en invierno
Las avispas tienen comportamientos que pueden parecer extraños, pero es parte de lo que las convierte en insectos únicos en su tipo. Un claro ejemplo de ello es lo que ocurre con las avispas en invierno.
En esencia, esta clase de insectos simplemente muere en los meses más fríos del año. Por esta razón dejas de ver avispas en invierno, debido a que la inmensa mayoría muere, mientras que los pocos ejemplares que sobreviven a esta temporada son las reinas jóvenes, que se ocultan muy bien para protegerse de las bajas temperaturas.
La muerte invernal de la avispa
El comportamiento de las avispas en invierno puede resultar sorprendente. Estos animales han integrado al ciclo de vida de sus colonias lo que se conoce como la “muerte invernal”.
Cuando el verano termina, estos himenópteros se convierten en la pesadilla de toda actividad de recreación y comida al aire libre. Si parecían molestas o invasivas en primavera y verano, prepárate, porque con la llegada del otoño, las avispas se transforman.
Lo que ocurre es que, a esa altura del año, todas las larvas que durante la primavera y el verano alimentaban a la colonia produciendo un jugo azucarado, han crecido. Por esta razón, las avispas obreras deben salir a buscar su alimento y, por supuesto, este no es trabajo de un solo ejemplar, sino que todas las obreras necesitan abastecerse con la comida suficiente. Lo que deben enfrentar luego será el invierno y para ello, para sobrevivir, necesitan acopiar una buena reserva de alimentos.
Por todo esto es que en otoño las avispas invaden nuestros jardines y barbacoas. Sin embargo, pese a todos sus esfuerzos, prácticamente toda la colonia morirá durante el periodo invernal.
Pese a todo esto, aunque parezca extraño, las avisas en invierno no mueren de frío, sino de hambre.
Por eso hablamos de la muerte invernal de la avispa, ya que este insecto ha logrado integrar esta muerte como parte de su ciclo de vida.
De todas formas, siempre verás que en otoño hacen su último intento por sobrevivir, aunque sea una batalla perdida, la mayoría de las veces.
La reina sobrevive
¿Esto quiere decir entonces que todos los ejemplares de la colonia mueren al llegar las temperaturas más bajas? Claro que no. Mueren casi todos, exceptuando la reina.
Las reinas son los únicos ejemplares que logran superar el invierno. Estas suelen ocultarse en espacios acogedores, por ello, no sería extraño encontrar avispas en el interior de las viviendas. Este es un momento clave para contratar el control de plagas de avispas en Madrid, dado que, si esa reina sobrevive dentro de tu hogar, luego, con la llegada de la primavera, fundará una nueva colonia con cientos de ejemplares, probablemente, en el jardín de tu casa.
Tal vez te preguntes cómo es que las avispas en invierno, por más reinas que sean, logren no sólo sobrevivir, sino además, fundar luego una nueva colonia. Pues la naturaleza es sabia y el ciclo de vida de estos insectos es muy intrincado e interesante, al mismo tiempo.
Durante el invierno, la avispa reina conserva dentro de su cuerpo el esperma del apareamiento otoñal. Este es su combustible, por decirlo de algún modo, para fertilizar los huevos que darán origen a una nueva generación de obreras.
El ciclo vuelve a empezar en primavera
Con la llegada de la primavera, la reina elige un nuevo hogar para iniciar otra vez el ciclo. Por ello, comienza a masticar madera para construir las primeras celdas en las que deposita sus huevos.
En el transcurso de este periodo la reina se alimenta de néctar de flores. Cuando los huevos eclosionen, las larvas comenzarán a reclamar alimento, y por ello, la fundadora de la colonia tendrá que cazar insectos para nutrir a sus crías. Y aquí ocurre otro de los curiosos comportamientos de las avispas: cuando las larvas comen insectos, degradan la quitina de su exoesqueleto en azúcares simples, lo que producirá un líquido dulce del que se podrá alimentar la reina. Es así como este ejemplar solo debe centrarse en el cuidado de las larvas, ya que no tiene que preocuparse por buscar su propia comida.
Esta etapa dura unas tres semanas, luego de ello, las larvas se convierten finalmente en obreras adultas y comienzan a ocuparse de la construcción del avispero y el cuidado de las siguientes larvas. Estas obreras son las que aparecen en verano y suelen picar cuando se sienten amenazadas.
El verano es el máximo esplendor de la colonia. Mientras que la reina necesita aparearse, puesto que ha agotado sus reservas de esperma de la cosecha anterior. Por ello, debe ir en busca de los machos de otros nidos.
Así, la caída de la colonia se da entre finales del verano e inicios del otoño, cuando las últimas larvas han crecido y ya no hay más alimento, por lo que las obreras salen en busca de comida al aire libre, a los espacios que frecuentamos los seres humanos. Es entonces cuando sentimos que corremos peligro y no nos equivocamos, puesto que la desesperación por conseguir alimento hace que se vuelvan hostiles y que invadan nuestros espacios. Es un momento clave para recurrir al control de plagas de avispas en Madrid.
El ciclo natural de vida de las avispas en invierno contempla la muerte, sin embargo, siempre quedarán ejemplares dispuestos a formar nuevas colonias.
Con la llegada del frío, el control de plagas de avispas en Madrid puede ser un servicio estratégico, teniendo en cuenta todo lo que hoy hemos descubierto de estos interesantes insectos.